¡Sí, yo soy cristiano! (Parte II)

Detente ahí; ¿Leíste el blog anterior? Si aún no lo has hecho, te animo a que vayas y lo leas y luego regreses aquí, puesto que no entenderás gran parte del mensaje sin la porción que antecede a este blog.

 Entonces, retomando lo mencionado en el blog anterior te hago la siguiente pregunta; ¿porque tengo que actuar asumiendo que mi hermano va a pensar mal de mi? Dejare esto por aquí y lo retomaré más tarde.

La parte precedente al verso que está debajo habla de reglamentos y lineamientos de cómo una mujer y un hombre debe comportarse, habla de que la mujer debe cubrirse la cabeza porque es deshonroso que no lo haga y da alusión a que se someta a su marido, habla de que la mujer debe mantener silencio y ser sumisa en todo tiempo y de que el hombre es el ente de autoridad en todo ámbito, etc. Pero si se dan cuenta en el último verso de este capítulo, también dice que debemos de juzgar nosotros si estas costumbres son correctas o no, puesto que esto es lo único que ellos conocen como un comportamiento cristiano. 

Las costumbres, los tiempos, las mentalidades, las leyes, todas estas cosas han cambiado, y aún la biblia aconseja que adaptemos ciertas cosas a los tiempos (ojo, no todo en la biblia está presto a adaptación, hay cosas que jamás cambiarán). 

Por ejemplo; Las mujeres ya no se cubren la cabeza, no están siempre calladas, en ese tiempo no era ni siquiera permitido que una mujer trabajara, pero el punto no es este. La palabra de Dios es eterna, y se hace viva en nuestras vidas y el espíritu santo nos da el discernimiento de entenderla y de acoplarlas al tiempo actual, la palabra de Dios no se hace obsoleta, al contrario, lean el verso siguiente. 

“Ustedes mismos juzguen si está bien que la mujer ore a Dios sin cubrirse la cabeza. La naturaleza misma nos enseña que es una vergüenza que el hombre se deje crecer el cabello; en cambio, es una honra para la mujer dejárselo crecer; porque a ella se le ha dado el cabello largo para que le cubra la cabeza. En todo caso, si alguno quiere discutir este asunto, debe saber que ni nosotros ni las iglesias de Dios conocemos otra costumbre.”

1 Corintios 11:13-16 DHH94PC

Así como este verso hay muchos en la biblia, cómo está el verso de 1 Timoteo 2: 9; que habla de que la mujer debe vestirse castamente, con vestidos decorosos y no con ajuares ostentosos ni oro, que debe ser sencilla y no usar peinados exagerados, que su adorno sean sus buenas obras y que debe escuchar las instrucciones en silencio y sumisión. Todo perfecto, pero todos sabemos que esto aún en la iglesia cristiana no se cumple así a cabalidad, y mucho menos en este tiempo, hay muchas cosas escritas en la biblia por una razón de ser en particular y para un tiempo y una ocasión.

Dígale usted a un Hindú que ponerse un arete en la nariz es pecado o que es vulgar como muchos en mi isla piensan, o incluso sobre los ajuares o el oro, o háblele a un irlandés que no es correcto beber cerveza en la comida, o a un escocés que el hombre no se pone falda, o a un africano en una tribu que es pecado hacerse marcas en la piel, y si continúo no termino, algunos cristianos creen que son los únicos seres vivos sobre la tierra y ponen reglas y estipulan órdenes como si no hubiese nadie más, condenan a izquierda y derecha, y se creen inmaculados, solo ellos y su cultura existen.

 El mismo pablo en el verso de arriba dice; “ni nosotros ni las iglesias de Dios conocemos otra costumbre.” Dando alusión a que es exactamente eso, cultura y costumbre, no conocían nada más.

La biblia es un libro el cual sus últimas páginas fueron escritas hace más de mil quinientos años atrás, y sus inicios y procedencia data de mucho más de tres mil quinientos años en la historia, con esto no estoy diciendo que lo que dice en la biblia ya no cabe en este tiempo moderno o que sea obsoleta, al contrario,  vuelvo y repito, mientras más pasa el tiempo más veraz se hace lo que está escrito en la palabra de Dios, lo que sí digo es que no todo se acomoda a estos tiempos, como lo dije antes, hay muchas cosas escritas como las antes mencionadas que le hablan a un pueblo específico y por razones específicas.

En muchas ocasiones se mencionan mandamientos, reglas, y hasta maldiciones sobre todo un pueblo por causa de la idolatría, la desobediencia y la soberbia del hombre, el punto clave aquí es; ¿dónde está tu corazón al hacer las cosas? ¿Cuál es tu intención detrás de ello?

En la porción en Timoteo, el profeta está diciendo estas cosas porque las mujeres querían rebelarse en contra de sus maridos, y porque no les estaban dando a los hombres el lugar que les correspondían, las mujeres estaban armando un revuelo en la iglesia, por esta razón el profeta escribe estas cosas, y puede que en algún momento en particular por las mismas razones algunos pastores deban llevar a cabo estas mismas reglas en su congregación, es lo mismo que Juan el Bautista o Sansón, ambos eran nazareos, no les estaba permitido cortarse el cabello, ni hacer muchas cosas, eran hombres dedicados específicamente al servicio de Dios, pero no porque a ellos no se les estaba permitido cortarse el cabello quiere decir que todos los hombres no deben cortárselo, bien dice en 1 corintios 11 que el hombre no debe dejarse el cabello largo ni la mujer cortárselo, entonces si nos ponemos a analizar, tanto la situación de Sansón y Juan el Bautista como la situación en 1 corintios 11 son ambas contrarias, entonces, quien tiene la razón? 

Como les dije, la palabra está escrita en un tiempo y una ocasión, no es el mismo tiempo en el que se le condenaba en éxodo a las personas por tatuarse la piel, la razón era porque ellos eran idólatras y se tatuaban animales, bestias o sus dioses para invocarlos y adorarlos, yo no digo que no sea pecado el tatuarse, pero este es otro tema un poco mas delicado el cual amerita más estudio bíblico.

 Recuerden que en la palabra, "todo me es lícito (o sea todo me está permitido) pero no todo me conviene", así también dice en la palabra que si algo en mi mente me es pecado aún no esté en la palabra y lo hago, entonces me será contado como pecado, si en tu conciencia consideras que tatuarse es un pecado, entonces para ti lo es, si lo haces se te contará como uno, pero no puedes condenar al que lo hace, ni creer que esa persona no es hijo/a de Dios o que se va para el infierno porque para ti un tatuaje es como el sello de la bestia. 

 Es lo mismo con el que no come carne de cerdo porque en la biblia dice que no se puede porque es impura, o el que sí la come, o el que guarda el sábado, o el que no lo guarda, o el que pone un árbol de navidad y el que no, porque cree que haciendo esto está pecando de idólatra porque el árbol navideño fue diseñado para adorar al dios del sol. 

Es muy importante que lean los versos siguientes;

“Reciban bien al que es débil en la fe, y no entren en discusiones con él. Por ejemplo, hay quienes piensan que pueden comer de todo, mientras otros, que son débiles en la fe, comen solamente verduras. Pues bien, el que come de todo no debe menospreciar al que no come ciertas cosas; y el que no come ciertas cosas no debe criticar al que come de todo, pues Dios lo ha aceptado. ¿Quién eres tú para criticar al servidor de otro? Si queda bien o queda mal, es asunto de su propio amo. Pero quedará bien, porque el Señor tiene poder para hacerlo quedar bien. Otro caso: Hay quienes dan más importancia a un día que a otro, y hay quienes creen que todos los días son iguales. Cada uno debe estar convencido de lo que cree. El que guarda cierto día, para honrar al Señor lo guarda. Y el que come de todo, para honrar al Señor lo come, y da gracias a Dios; y el que no come ciertas cosas, para honrar al Señor deja de comerlas, y también da gracias a Dios.”

Romanos 14:1-6 DHH94PC

En resumen, qué importa que coman o que no coman, qué día guarden o qué día no guarden, si lo hace o no lo hace es para el Señor que lo deja de hacer o lo hace.

 Yo no puedo criticar a mi hermano por lo que hace o por lo que no hace, ese no es mi trabajo, cada ser o individuo es responsable de cómo vive su vida en Cristo, PERO, de la misma manera en la que digo aquello digo esto, yo no debo hacer nada que haga caer a mi hermano, y mucho menos debo dar mal de que hablar sobre el bien que hay en mí, porque yo profeso a Cristo, si hay algún hermano o incluso una persona no-cristiana cerca de mi que tiene alguna debilidad y yo la se, mi deber como persona “madura en la fe” es no hacer aquello que pueda ser de piedra de tropiezo a mi hermano. 

 Y con esto vuelvo a la pregunta que hice arriba; ¿porqué debo actuar asumiendo que mi hermano va a pensar mal de mi? De ninguna manera, el que juzga, juzga por la condición de su propio corazón, como aquel que lo primero que ve en la foto, es la mesa con los mojitos, o como el que ve la foto y ni cuenta se da de que hay mojitos en la mesa (haciendo alusión a mi historia en el blog parte 1). 

De lo que abunda en tu corazón, es lo que verás por doquier. 

Si en tu corazón hay amargura, amargura verás en el otro, si en tu corazón hay chisme, siempre creerás que todos hablan de ti, si en tu corazón hay contienda, siempre pensarás que el otro está buscando contender, si en tu corazón hay vanagloria, siempre creerás que al otro le gusta mostrar lo que tiene, si en tu corazón hay orgullo, siempre verás orgullo en otros.

“Por eso, ya no debemos criticarnos unos a otros. Al contrario, propónganse ustedes no hacer nada que sea causa de que su hermano tropiece, o que ponga en peligro su fe. Yo sé que no hay nada impuro en sí mismo; como creyente en el Señor Jesús, estoy seguro de ello. Pero si alguno piensa que una cosa es impura, será impura para él. Ahora bien, si por lo que tú comes tu hermano se siente ofendido, tu conducta ya no es de amor. ¡Que tu comida no sea causa de que se pierda aquel por quien Cristo murió! No den, pues, lugar a que se hable mal de ese bien que ustedes tienen.”

Romanos 14:13-16 DHH94PC

 Aquí claro lo dice; “si por lo que tú comes tu hermano se siente ofendido, entonces ya tu conducta no es de amor” 

Hermanos míos, antes de entrar en materia de este texto bíblico, hagamos un pequeño recuento histórico; en los tiempos que se escribió esta carta a los romanos, habían ya muchos convertidos al cristianismo, entonces, pongamos en claro lo siguiente; los romanos, son considerados gentiles, no provienen del linaje judío, por tanto no están circuncidados y tienen por costumbre comer todo tipo de carnes, mientras que los judíos, por leyes y mandamientos estipulados en el antiguo testamento, consideraban a muchos animales como impuros, por lo cual no los consumían.

 ¿A dónde quiero llegar? Los romanos no seguían las leyes y mandamientos de los judíos, sin embargo convivían junto a ellos una vez convertidos al cristianismo, y hago énfasis en esto, AL CRISTIANISMO, ellos no se convirtieron al judaísmo, por tanto ellos sí comían cerdo, entre otras cosas, entonces, como ellos sabían que los judíos no lo hacían, aquí Pablo claramente les dice, que si a su hermano le molesta, dígase, a su hermano judío, que ellos (los romanos) comieran cerdo frente a ellos (los judíos), entonces que no lo hicieran, porque si lo hacen, sabiéndolo, ya no estarían actuando en amor. 

¿Se dan cuenta de la importancia de conocer el contexto histórico del porqué la biblia dice lo que dice? Nada escrito en la biblia, está escrito porque sí, todo tiene una razón, un porqué, un tiempo y una ocasión. 

“Porque el reino de Dios no es cuestión de comer o beber determinadas cosas, sino de vivir en justicia, paz y alegría por medio del Espíritu Santo.”

Romanos 14:17 DHH94PC

 ¿Ven lo que les digo? Ni era de mi amigo juzgarme por el mojito que vio en la foto, ni era de mí el haberla publicado para no hacer tropezar a mi amigo (asumiendo que el tenga alguna condición del corazón, lo cual no puedo asegurar), ¿recuerdan lo que les dije? ¿que de lo que hay en el corazón, de eso veremos? Si ves que alguien te juzga sin razón aparente o sin base bíblica para decirte que estas pecando, ve mas allá, hay personas que critican porque quizás desean hacer lo que tú haces y no se atreven porque están atados al qué dirán. 

Y justo como me temía, este tema “pica y se extiende”, hagan sus comentarios debajo, y manténganse en sintonía, para la tercera y última parte de esta trilogía. 

Oración: Oro para que cada uno de nosotros tenga el discernimiento a través del Espíritu Santo, para comprender la palabra de Dios, “que es viva y eficaz y más cortante que una espada de doble filo” y que nos ayude a vivir en paz con nuestros hermanos en la fe, y que nos de sabiduría, para aquellos que aún no conocen de Cristo poder mostrarles a un Cristo, que salva, que restaura, que liberta y sobre todo que nos ama, y que a través de ese amor, amarnos a nosotros, para poder amar a nuestro prójimo como nos amamos a nosotros mismos, primero. Amen. 

Parte I y III

https://www.cindynunez.com/blogespanol/y-t-eres-cristiano

https://www.cindynunez.com/blogespanol/y-para-quien-lo-soy

unsplash-image-985ln9rpidA.jpg
Previous
Previous

Te daré lo que pidas…

Next
Next

¿Y tú eres cristiano? (PartE I)