¿Qué te detona?
"Me siento sola, sumergida en mi propia mente, sin encontrar escapatoria, con pensamientos horribles que yo sola no puedo controlar, me encuentro pensando que soy basura o que no puedo seguir adelante con nada, me quiero rendir, no se que hacer, no tengo las respuestas en mi cabeza y mucho menos en mis manos, siento un vacío en el pecho como de miedo, es una sensación incomoda, y mientras mas profundo respiro, mas la siento, mi corazón se acelera y a veces hasta empiezo a temblar, mi respiración va muy rápido, siento como si me fuera a enfermar, quisiera decir algo a alguien de como me siento, pero no encuentro las palabras en mi boca para expresarme, y siento que aun si abro mi boca, nadie me entenderá, puesto que ni yo misma se lo que me sucede, no logro identificarlo, y hasta que logre llorar, o haga algo para deshacer lo que siento en el momento, no puedo salir de mi mente que me tiene cautiva"...
ESTOS Y MUCHOS MAS SON LOS SINTOMAS DE UN ATAQUE DE ANSIEDAD, y aquí estoy hablando sobre mi persona, (y lo que siento cuando sucede). Los ataques varían dependiendo de la persona y porqué se activa o se detona, siempre son diferentes, pero todos tienen algo en común, y es que NO SE PUEDEN CONTROLAR (humanamente hablando), igual que el momento o la situación que los detonan, muchos psicólogos recomiendan técnicas de respiración, apretarte un músculo de la mano, etc., pero ninguno de estos trucos da una solución real para erradicarlo, solo lo controlan en el momento o te crean la ilusión de que tienes el control al respecto, pero en realidad no es así.
En salmos 139: 23, David quería mostrarle a Dios sus más grande temores, para así enfrentarlos y poder vencerlos, y para así mostrarse a sí mismo que Dios es más grande que sus temores. En repetidas ocasiones que me han sucedido estos ataques lo ultimo que tengo en mi cabeza es orar o poner mis cargas en Dios, principalmente cuando el ataque esta vinculado a una persona y esta lo detona, simplemente no puedo controlar mis emociones, la primera reacción que tomo es de huir de la situación o no seguir hablando con la persona en particular o a veces hasta gritar como si eso me fuese a ayudar en algo.
Pero este no debería de ser el caso para una persona que esta en comunión con Dios continuamente, sin embargo, en las ocasiones en las que estos ataques me han sucedido es cuando menos en comunión con Dios he estado y ha sido por un periodo de tiempo prolongado, ha sido en momentos en los que mi rebeldía esta en su máxima expresión, en momentos donde me he creído autosuficiente y que yo puedo sola, pero no es más que una mentira a mí misma.
En la palabra dice que el Espíritu Santo habita en nosotros y que debemos de alimentarlo constantemente, yo dure mucho tiempo sabiendo esto, pero no practicándolo, dure mucho tiempo leyendo sobre esto, pero sin que hiciera ningún efecto en mi, era como Job cuando dijo "De oídas te había oído, pero ahora mis ojos te ven", Job por mucho tiempo creía conocer a Dios, puesto que Job conocía todas las leyes, y era un hombre justo, creía tener el cielo comprado, y así era, Dios lo tenia en muy alta estima, sin embargo esto no permitió que Job conociera a Dios en realidad, Job no sabia lo que era la gracia, ni la misericordia, puesto que el no había hecho "nada" como para tener que experimentarla, porque el siempre había sido "bueno", sin embargo, esto privó a Job de conocer a Dios realmente.
¿De qué manera se alimenta el espíritu? Dándole el alimento adecuado el cual es la palabra De Dios, adorando a Dios en acción de gracias, y sobre todo y creo que lo más importante; Orando.
Si tu vida de oración no es buena o no esta bien, entonces estarás desprotegido, y si no estas escudriñando la palabra De Dios constantemente, entonces estarás desarmado, porque en la palabra dice que debemos de armarnos con la armadura De Dios y parte de esta armadura es la espada del Espíritu que es la palabra De Dios, es lo que alimenta nuestro espíritu, y lo que le da fuerzas al Espíritu Santo de Dios a obrar en nuestras vidas.
¿Con qué creen que Jesús contrarresto los ataques de satanás en el desierto cuando estuvo ayunando por 40 días y 40 noches? fue con la palabra y su Espíritu estaba fortalecido porque estaba en AYUNO Y ORACIÓN.
Hoy quiero darte algunos consejos y estrategias de batalla, para que no te pase como a mi, que estuve desprotegida por no conocer mas de la palabra y no estar preparada al momento de guerrear y luchar por mi misma, porque la lucha de la mente es una batalla muy personal, y que solo tu puedes lograr vencer con la ayuda de Dios, aunque tengas apoyo de muchas personas, pero si no decides de una vez por todas salir del hoyo, jamás lo lograras porque nadie hará el trabajo por ti, solo el Espíritu Santo puede sacarte de tu propia mente.
“Y ahora, hermanos, busquen su fuerza en el Señor, en su poder irresistible. Protéjanse con toda la armadura que Dios les ha dado, para que puedan estar firmes contra los engaños del diablo. Porque no estamos luchando contra poderes humanos, sino contra malignas fuerzas espirituales del cielo, las cuales tienen mando, autoridad y dominio sobre el mundo de tinieblas que nos rodea.” Efésios 6:10-12 DHH94PC
Citaré tres de las siete partes de la armadura De Dios, y estas son;
1. El cinturón de la verdad
2. El yelmo de la salvación
3. La espada del espíritu
El Cinturón de la verdad:
“Así que manténganse firmes, revestidos de la verdad y protegidos por la rectitud.” Efésios 6:14 DHH94PC
-Revestidos de la verdad: Con la cintura ceñida con la verdad. esto se refiere al ancho del cinturón de cuero que llevaba el soldado para protegerse, o bien al que llevaban los oficiales como señal de su rango. -esto fue tomado de la referencia bíblica de DHH94PC.
Aquí vemos que cuando se refiere a revestidos de la verdad habla sobre el cinturón y este habla específicamente del rango del soldado, o de la autoridad que este representa en la batalla, esto habla claro de identidad, debemos siempre saber qué somos en Cristo, que somos hijos De Dios, coherederos de la gracia, reyes y sacerdotes de su reino.
Así mismo habla en la palabra de que no debemos tener mas alta estima de nosotros de la que debemos tener, pero al mismo tiempo dice que no debemos dejar que nadie nos menosprecie. suena a bastante, pero el punto es, que es importante que sepamos quienes somos y nuestro valor personal, que no somos cualquier cosa como el enemigo quiere que creamos, sino mas bien que somos de tan alto valor, que Dios pagó un precio de sangre por nosotros dando a su único hijo como paga de nuestro pecado.
El Yelmo de la salvación y La Espada del Espíritu:
“Que la salvación sea el casco que proteja su cabeza, y que la palabra de Dios sea la espada que les da el Espíritu Santo.” Efésios 6:17 DHH94PC
El yelmo es el casco, el cual esta en la cabeza, ¿y Qué hace este espiritualmente? Este protege nuestra mente de los pensamientos y mentiras que el enemigo quiere que escuchemos y creamos, y nos ayuda a enfocarnos en Cristo, este es muy importante, ya que nos hace alusión de la salvación de Cristo, y de que no importa con que mentira quiera venir el enemigo a atacarnos, debemos siempre recordar que somos merecedores de las bondades de nuestro Dios, por medio de la sangre de Cristo que nos salvó, nos recuerda que somos salvos por su gracia, y que no hay nada que podamos hacer para merecer esa salvación tan grande, es decir, que no importa que tan bueno quieras ser o aparentar, nada hará que merezcas mas o menos ser salvo por medio de Cristo Jesús.
Esta verdad me tomó mucho tiempo entenderla y asimilarla, siempre creía que debía de luchar por el amor y la aprobación De Dios, me martirizaba la mente pensar que Dios me podría amar menos por un pensamiento o una acción mía en tal o cual situación, sin embargo a través de la gracia, aprendes que no hay nada que puedas hacer para que Dios te ame mas o menos, puesto que Dios te ama y punto, con amor entrañable, un amor tan grande, que dio a su único hijo por nosotros, para que seamos salvos por medio de la gracia y su sangre redentora. (Gracia: favor inmerecido).
El enemigo quiere que creamos sus mentiras, es por esto por lo que es tan importante proteger nuestras mentes.
Entre las mentiras que el enemigo quiere que creamos esta la mentira de; "soy un fracaso, y no puedo hacer nada bien". pero la verdad de Cristo es la siguiente;
"todo lo puedo en Cristo que me fortalece" Filipenses 4:13.
También esta la mentira de; "Qué clase De Dios permitiría que algo así me suceda?" pero la verdad De Dios es; "todas las cosas obran para bien para aquellos que aman a Dios" Romanos 8:28.
Otra mentira es;
"Siempre seré así, nunca voy a cambiar", Pero la verdad De Dios es; "Sí puedo cambiar puesto que todas las cosas son hechas nuevas en Cristo Jesús, todas las cosas viejas han pasado" 2 Corintios 5:17.
Es más fácil creer en las mentiras puesto que estas se convierten en parte de nuestras vidas, pero esto no es lo mejor y mucho menos lo que DIOS quiere, Él nos dio su palabra para que sepamos la verdad y así la verdad nos haga libres.
DISCLAIMER: Porción sacada de la aplicación biblia YouVersion
Y hablando de la palabra, ya entramos al ultimo tópico de estas tres partes de la armadura, el cual es La Espada del Espíritu. Y creo que adivinaron cual es la espada, es la palabra De Dios, esta es la que alimenta nuestro espíritu, la que nos hace mas fuertes, la que nos ayuda a combatir las mentiras de nuestro adversario el diablo, pero algo muy importante que debemos hacer antes de incursionar en ella, es orar al Señor para que el Espíritu Santo nos de discernimiento, puesto que por nuestra propia sabiduría no la entenderemos, siempre es a través de Jesús que podremos lograr las cosas y a través de su Santo Espíritu que nos alimenta y nos guía por el buen camino.
Por último, quiero recordarles, que no estamos solos en esta batalla, el Señor esta con nosotros a tiempo y fuera de tiempo, Jesús es nuestro abogado defensor, nuestra guía y siempre debemos recordar poner nuestras vidas en sus manos.
y como testimonio personal, hace ya años de mi ultimo ataque de ansiedad, y no puedo mentir diciendo que no he vuelto a ser tentada con pensamientos de dudas y con mentiras de parte del enemigo, pero hay algo que siempre esta en mi mente y mi corazón, y es que no estoy sola, y que yo no peleo mis batallas, sino que Cristo ya las peleo por mi y venció.