¿Y para quien lo soy? (Parte III)
Detente ahí; ¿Leíste la parte 1 y 2? Si aún no lo has hecho, te animo a que vayas y las leas y luego regreses aquí, puesto que no entenderás gran parte del mensaje sin las porciones que anteceden a este blog y pueda estar presta a malos entendidos.
Continúo:
¿Recuerdan que les dije que cuando me mudé a Estados Unidos mi mente cambió? bueno pues, aquí para los gringos (respetuosamente), el beber cerveza no es pecado, ni es razón de que otro cristiano te llame la atención por beberla, es un asunto de cultura, también veo en las iglesias más grandes, con los líderes de alabanza más prominentes, y con una unción del Espíritu Santo terrible, con sus brazos llenos de tatuajes, y ministrando la presencia del Dios altísimo como cualquiera con vestiduras de santidad.
Aquí beber vino es un deleite y un lujo, en mi país es “pecado”, y "está mal visto ante los ojos de los hermanos en la fe", cantar música secular que no te corrompa y que hable de amor, aquí está bien, "la música es una expresión del arte", es lo que dicen, en mi país, por el contrario, escuchar música romántica es símbolo de carnalidad, pero ya saben, ese espíritu de religiosidad es solo en mi isla que sucede, en ningún otro lugar 😅 no se preocupen (nótese el sarcasmo).
Con esto no digo que debas beber cerveza o vino en público, o que debes tatuarte, es un ejemplo de lo que muchos tachan como malo, y por lo cual juzgan sin razón aparente, no es lo mismo irte a beber cerveza a un colmado o bodega, o irte a un bar y ponerte intencionalmente a beber para “pasarla bien”, que estar con tu familia y tomártela para apaciguar el calor, o comerte un buen corte de carne y acompañarlo con la bebida que mejor se aprovecha, o ir a un restaurante y disfrutar de un buen cóctel, o tomarte una copa de vino para hacer digestión.
Si el Señor no te ha redargüido al respecto, y no tienes ningún tipo de inclinación pecaminosa o debilidad ante estas cosas, no tiene nada de malo, puesto que la biblia no lo condena.
Cuando veo a un cristiano, juzgando, y diciendo cosas hirientes a otra persona, aún se lo merezca, eso me da a entender a mi, que esa persona;
No ama a Dios (no le ha conocido en realidad), por tanto, no se ha negado a sí mismo.
No se ama a sí mismo, porque nadie que se ama a sí mismo, quisiera ser juzgado por otro, y como no se ama a sí mismo, aún no tiene identidad de hijo, porque si de verdad tuviera el entendimiento de quién es su padre celestial y conociera el valor que tiene para con Dios, no actuará como huésped en su propia casa.
Como las dos anteriores son negativas, es imposible que sea capaz de amar a su prójimo, porque si no se tiene amor propio, no puede amar a los demás.
Al final, todo se basa en el amor, y se resume ahí, en el amor es donde empieza y en el amor es donde termina, para amar a mi prójimo deben suceder dos cosas primero;
Debo amar a DIOS sobre todas las cosas y negarme a mí mismo.
Debo amarme a mi primero (esto es, reconociendo mi identidad como hija de Dios), de lo contrario no seré capaz de amar a mi prójimo.
“Jesús le dijo: —“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente.” Este es el más importante y el primero de los mandamientos. Pero hay un segundo, parecido a este; dice: “Ama a tu prójimo como a ti mismo.”
San Mateo 22:37-39 DHH94PC
Jamás debo quedarme con mi mentalidad arcaica y seguir creyendo que hasta si respiro peco, en la misma palabra dice que debemos vivir renovando nuestro entendimiento, y conocer la voluntad de Dios agradable y perfecta.
“No vivan ya según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su manera de pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto.”
Romanos 12:2 DHH94PC
Cuando en esta palabra habla de “el tiempo presente” se refiere al tiempo en el que se escribió esta escritura, eran tiempos difíciles, más aún para los cristianos. Cabe destacar que esta porción bíblica está en Romanos, por tanto, se le está exhortando a un pueblo no judío, a renovar su mente y a no conformarse con el criterio de la sociedad en ese entonces. Y estamos hablando de que es Pablo, un judío ex religioso y perseguidor de los cristianos, quien les está exhortando esto.
Entonces, les tengo unas preguntas; ¿Para quién hacemos lo que hacemos? ¿Para quien servimos? ¿a quien servimos? para quienes nos comportamos? ¿para quien aparentamos? ¿Para quienes debemos tener una apariencia de piedad?
En la palabra claramente dice, que debemos ir y hacer discípulos, nuestra tarea como cristianos es compartir el regalo de salvación con otros, llevar las buenas nuevas. La mayoría de nosotros no es pastor, no está sobre un púlpito predicando la palabra, entonces, ¿Qué hacemos?
La respuesta es simple, predicamos con nuestro testimonio, dando el ejemplo, pero aquí va el meollo del asunto, ¿Cuál testimonio? ¿Qué ejemplo?
Lo primero es que debemos saber y tener presente, que el Espíritu Santo es quien convence de pecado, dejando esto claro, voy a lo siguiente; la mejor manera de predicar el evangelio es siendo tú mismo, hablando de lo que Dios ha hecho en tu vida, como te ha transformado, no con liturgias ni religiosidad, la religión no convierte, es Cristo quien lo hace, siempre sosteniéndote de la palabra, que es la que transforma y redarguye.
Story Time:
Hay una persona no cristiana, que ha escuchado del mensaje del evangelio, y se siente interesada por la palabra de Dios, sin embargo, no se atreve a ir a la iglesia, o tomar una decisión de seguir a Cristo, porque le apasiona el jazz y no desea dejar de asistir a los lunes de jazz, cuál sería tu respuesta hacia esta persona?
Cabe destacar, que esta persona, ya ha recibido predicación de otros hermanos en la fe, los cuáles, en repetidas ocasiones, le han dejado saber, directa o indirectamente, que, para seguir a Cristo, debe dejar de asistir a los lunes de jazz que tanto ama. ¿Está bien que estos hermanos en la fe le hayan insinuado a esta joven inconversa que deje hábitos y costumbres por leyes que no están basadas en la biblia? ¿En qué se basan para decirle esto?
También cabe destacar que la joven aún no ha sido bautizada por el Espíritu Santo, ni siquiera a aceptado a Cristo como Señor y salvador, por tanto, por sí misma, jamás podrá abandonar costumbres, que quizás no le sean de agrado a Dios, no porque sean pecado, si no mas bien, por algún asunto particular de sanidad interior, el cual es Dios quien debe tratar.
Pongamos otro ejemplo: una joven cristiana lleva una “doble vida” por el hecho de que le gusta el baile, sin embargo, en la iglesia y en sus redes sociales, ella no publica nada que tenga que ver con dicho arte. Ella va a clases de baile, tiene grupos en común, que tienen los mismos intereses que ella sobre baile, y hasta han ido a festivales y ha participado en los mismos, pero ella siendo cristiana y amando a Dios con todo su corazón, no se atreve decirles a sus hermanos en la fe, porque ella sabe, que será juzgada. Ella también participa en ministerios dentro de la iglesia, es conocida y está codeada dentro del liderazgo, es una persona que da buen ejemplo de un verdadero Cristiano en la iglesia y también asiste a grupos en común con personas de su ministerio. Por Qué ella teme el juicio de sus propios hermanos en la fe por algo que ni siquiera está estipulado en la biblia como pecado? ¿Por qué se siente con la necesidad de llevar dos vidas separadas si ella no está haciendo nada malo?
En las situaciones mencionadas, ambas jóvenes no tienen malas intenciones, a una le encanta el jazz y disfruta de una buena velada cada lunes, la otra, ama el baile, y no lo hace de manera morbosa ni con mala intención.
Una aún no conoce a cristo, y puede que no lo conozca en un tiempo en el que pueda disfrutar de una vida plena en El en su juventud, la otra sí lo conoce, pero no vive una vida plena por estar ocultándose por temor al juicio de los demás. Y cabe mencionar, que Dios no la ha redargüido a ella, o le ha hecho sentir que peca al bailar o danzar.
Entonces mi pregunta es la siguiente; ¿Para quien es que aparentamos, para quienes guardamos testimonio? ¿Para los mismos cristianos o para aquellos que necesitan seguir de nuestro ejemplo que están fuera del evangelio?
Si yo como cristiana, no me atrevo a ir a un lunes de jazz por temor a ser juzgada si me ven, ¿como le digo entonces a esta joven que venga a los caminos de Jesús tal cual ella es? Cómo claro lo expresa en la biblia, ¿O como yo, que nunca bailo delante de los hermanos de la iglesia, le digo a la joven que le encanta el baile y la danza que no se avergüence de lo que hace y que puede ser ella misma porque no la juzgaré?
Dicho sea de paso, la joven que baila, predica con su ejemplo a aquellos que comparten con ella en el grupo de baile, les habla de Cristo, y les predica las buenas nuevas de salvación, con sus acciones ella les muestra que Dios es un Dios de todos, asequible.
Entonces vuelvo con la misma pregunta; ¿para quien es que aparento, para quien es que guardo testimonio? Si lo que hago es tener prejuicios delante de los demás, con qué ejemplo personal puedo decirle a alguien de afuera, que venga al camino de Cristo tal cual es, si yo misma muchas veces no me presento delante de mis hermanos en la fe tal cual soy.
No es mi trabajo transformar vidas, yo no tengo poder para hacer tal cosa, solo Dios puede hacer eso, por medio de su Santo Espíritu.
Les daré otro ejemplo; si Dios como forma de trato hacia mi persona, me manda que no coma más carne roja ni carne de cerdo, por un asunto personal quizás, y yo lo hago, sabiendo que Dios me dijo que no lo hiciera, entonces a mí, se me es contado como pecado, pero yo no puedo decirle a nadie, que comer carne roja o cerdo es pecado, porque Dios me dijo a mí, que no la comiera, no a esa persona, yo no puedo acusar a nadie por mi propia concupiscencia, quizás Dios está tratando mi obediencia, quizás tengo un problema de salud que ni yo se, pero que Dios sí sabe, y por eso me mandó a no comer más esas cosas, pero yo no puedo decirle a alguien que está cometiendo pecado con algo que no está estipulado en la biblia como tal.
En la palabra dice, que, si algo me es pecado a mí, si yo lo considero pecado para mí, entonces si lo hago Dios mismo me lo contará como pecado, lo mismo voy con lo del baile o con lo del lunes de jazz, la cerveza, el mojito, el tatuaje, etc. Si para ti te es de tentación estar en ciertos lugares, o hacer tales cosas, entonces no las hagas, pero no le digas a otra persona que no lo puede hacer por causa de tu propia debilidad, como el amigo que me juzgó por los mojitos (véase parte 1).
“Este es el mensaje que han oído ustedes desde el principio: que nos amemos unos a otros. No seamos como Caín, que era del maligno y mató a su hermano. ¿Y por qué lo mató? Pues porque los hechos de Caín eran malos, y los de su hermano, buenos. Hermanos míos, no se extrañen si los que son del mundo los odian. Nosotros hemos pasado de la muerte a la vida, y lo sabemos porque amamos a nuestros hermanos. El que no ama, aún está muerto. Todo el que odia a su hermano es un asesino, y ustedes saben que ningún asesino puede tener vida eterna en sí mismo. Conocemos lo que es el amor porque Jesucristo dio su vida por nosotros; así también, nosotros debemos dar la vida por nuestros hermanos. Pues si uno es rico y ve que su hermano necesita ayuda, pero no se la da, ¿cómo puede tener amor de Dios en su corazón? Hijitos míos, que nuestro amor no sea solamente de palabra, sino que se demuestre con hechos. De esta manera sabremos que somos de la verdad, y podremos sentirnos seguros delante de Dios; pues si nuestro corazón nos acusa de algo, Dios es más grande que nuestro corazón, y lo sabe todo. Queridos hermanos, si nuestro corazón no nos acusa, tenemos confianza delante de Dios; y él nos dará todo lo que le pidamos, porque obedecemos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada. Y su mandamiento es que creamos en su Hijo Jesucristo, y que nos amemos unos a otros como él nos mandó. Los que obedecen sus mandamientos viven en él, y él vive en ellos. Y en esto sabemos que él vive en nosotros: por el Espíritu que nos ha dado.”
1 Juan 3:11-24 DHH94PC
De esta misma manera les digo que debemos dejar de juzgarnos los unos con los otros, debemos de dejar de hablar del otro a espaldas, el Señor juzga estas cosas, debemos practicar la justicia de Dios, que solo verdad salga de nuestra boca, no calumnia, ni chisme, ni juicio contra personas que ante los ojos de Dios no están haciendo nada malo, ¿quién eres tú para creerte más santo que Dios o más santo que la persona a la que juzgas? Ocúpate de honrar al señor, de obedecer, de dar buen testimonio de vida, con amor, paz, paciencia, benignidad, mansedumbre, dominio propio, sin hacer daño ni ofender.
“Hermanos, no hablen mal unos de otros. Si alguien habla mal de su hermano, o lo juzga, habla mal de la ley y la juzga. Y, si juzgas la ley, ya no eres cumplidor de la ley, sino su juez. No hay más que un solo legislador y juez, aquel que puede salvar y destruir. Tú, en cambio, ¿quién eres para juzgar a tu prójimo?”
Santiago 4:11-12 NVI
No tengamos complejo de Dios, no pretendamos hacer su papel en la tierra, recuerda que con la misma medida con la que juzgas a tu hermano, serás juzgado tú.
“1 (1b) Señor, ¿quién puede residir en tu santuario?, ¿quién puede habitar en tu santo monte? Solo el que vive sin tacha y practica la justicia; el que dice la verdad de todo corazón; el que no habla mal de nadie; el que no hace daño a su amigo ni ofende a su vecino; el que mira con desprecio a quien desprecio merece, pero honra a quien honra al Señor; el que cumple sus promesas, aunque le vaya mal; el que presta su dinero sin exigir intereses; el que no acepta soborno en contra del inocente. El que así vive, jamás caerá.”
Salmos 15:1-5 DHH94PC
Claro está, en la palabra también habla de que debemos llamar a capítulo a aquellos que actúan mal, y habla principalmente de los hermanos en la fe, pero ocupémonos en que, si vamos a juzgar, sea por medio de la palabra, no por leyes hechas por hombres, y con reglas que no se ni de dónde las sacaron.
Muchos se refugian en el hecho de que no debemos juzgarnos los unos a otros, y cuando son confrontados con la palabra sienten que se está echando juicio sobre ellos, pero debemos tener bien claro cuál es la diferencia entre el juicio sobre una persona (por conciencia propia, sin base bíblica o pruebas), y la confrontación. Cuando alguien es confrontado, es porque ya se sabe de antemano que la persona está obrando mal conforme a la palabra, Jesús no le pasaba paño tibio a nadie cuando tenía que hacerlo, como cuando les dijo a los fariseos “sepulcros blanqueados”, eso no fue juicio, esa fue la realidad, el conocía la intención de su corazón, sabía de antemano que solo se vestían de santidad, pero por dentro estaban llenos de podredumbre.
También debemos tener claro, que aquellos que no están en el camino no toman parte en dicha confrontación, puesto que no viven de acuerdo con la palabra y tampoco cuentan con la ayuda del Espíritu Santo para alejarse de las malas costumbres.
Como cuando María magdalena estuvo a punto de ser apedreada y Jesús intervino, ¿Cuál fue su respuesta?; “El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra”, en ese momento la vida de María magdalena fue transformada, puesto que no vino de boca de Jesús una palabra de juicio sobre ella, sino perdón, y esto produjo en ella transformación y arrepentimiento.
-Juicio:
Facultad del entendimiento, por cuya virtud el hombre puede distinguir el bien del mal y lo verdadero de lo falso.
Opinión razonada que alguien se forma sobre una persona o una cosa.
Eje. “no debes hacer juicios sobre nadie sin conocerlo
Y volviendo a las redes; No es que sea una psicótica, o que esté obsesionada con publicar todo de la vida, el asunto es que, si ya decidí que parte de mi vida sea pública, entonces debo hacerlo de la manera correcta, como cristiana, como amiga, como hija, como ser humano, como hija de Dios y aún como esposa.
No es que mi perfil sea perfecto, y mucho menos mi vida, como la de nadie lo es, pero quiero reflejar lo que Cristo quiere ver en mi, lo que soy, su hija, quiero dar ejemplo y que los demás vean que aún siendo joven llevo una vida plena en Cristo, y que no cambiaría esta vida por nada, y que no me veo fuera de Él.
Si en algún momento no he sido suficiente ejemplo de Cristo en mi caminar o en mis redes sociales, les digo que eso no tiene nada que ver con Cristo, sino con mis propias decisiones, malas y buenas, y por la falta de conciencia que muchas veces nuestra propia juventud y nuestra carne nos hace tener. 😔
Les garantizo que siempre haré lo posible porque ustedes quienes me siguen, vean a Cristo reflejado en cada paso que doy y en cada momento de mi vida, y quiero decirles, que vale la pena servirle, vale la pena seguir a un Dios vivo y que es la mejor decisión que un ser humano pueda tomar.
“Jesús se dirigió otra vez a la gente, diciendo: —Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, tendrá la luz que le da vida, y nunca andará en la oscuridad. Los fariseos le dijeron: —Tú estás dando testimonio a favor tuyo: ese testimonio no tiene valor. Jesús les contestó: —Mi testimonio sí tiene valor, aunque lo dé yo mismo a mi favor. Pues yo sé de dónde vine y a dónde voy; en cambio, ustedes no lo saben. Ustedes juzgan según los criterios humanos. Yo no juzgo a nadie; pero si juzgo, mi juicio está de acuerdo con la verdad, porque no juzgo yo solo, sino que el Padre que me envió juzga conmigo. En la ley de ustedes está escrito que cuando dos testigos dicen lo mismo, su testimonio tiene valor. Pues bien, yo mismo soy un testigo a mi favor, y el Padre que me envió es el otro testigo.”
San Juan 8:12-18 DHH94PC
Y así mismo quiero que sepan que no recibirán juicio de parte mía, sino amor, porque yo amo a Dios sobre todas las cosas, y su amor me hizo amarme, y tener identidad de hija, por tanto, yo amo a mi prójimo, de la misma manera en la que yo me amo.
Parte I y II