Aires de juez y Señor
En la palabra dice que no debemos de juzgar, pero últimamente nos estamos tomando esa palabra de manera muy ligera, puesto que ahora contamos con las redes sociales, las cuales nos dan cierto aire de libertad para poner en publico lo que pensamos de los demás, y se nos resulta muy fácil cometer juicio hacia personas que ni siquiera conocemos, nos sentimos con el derecho de opinar sobre la vida de otros simplemente por haber expuesto cierta información en las redes, y hasta llegamos al punto de cometer calumnias sobre los mismos, actuamos incluso de manera mezquina, y con falta de amor. pero, que dice la palabra al respecto de esto? tendremos consecuencia alguna al juzgar a los demás aun tengamos la razón?
Por eso no tienes disculpa, tú que juzgas a otros, no importa quién seas. Al juzgar a otros te condenas a ti mismo, pues haces precisamente lo mismo que hacen ellos. 2 Pero sabemos que Dios juzga conforme a la verdad cuando condena a los que así se portan.3 En cuanto a ti, que juzgas a otros y haces lo mismo que ellos, no creas que vas a escapar de la condenación de Dios.
Romanos 2:1-3
Me encanta porque dice “pues haces precisamente lo mismo que hacen ellos” muchos estamos dispuestos a tirar la piedra sin darnos cuenta de que somos igual o más pecadores que la persona a la que estamos acusando. La mayoría de veces el que juzga se esta viendo en su propio espejo, y juzga aquello que no le gusta de si mismos.
“»No se conviertan en jueces de los demás, y así Dios no los juzgará a ustedes. Si son muy duros para juzgar a otras personas, Dios será igualmente duro con ustedes. Él los tratará como ustedes traten a los demás. »¿Por qué te fijas en lo malo que hacen otros, y no te das cuenta de las muchas cosas malas que haces tú? Es como si te fijaras que en el ojo del otro hay una basurita, y no te dieras cuenta de que en tu ojo hay una rama. ¿Cómo te atreves a decirle a otro: “Déjame sacarte la basurita que tienes en el ojo”, si en tu ojo tienes una rama? ¡Hipócrita! Primero saca la rama que tienes en tu ojo, y así podrás ver bien para sacar la basurita que está en el ojo del otro.”
Mateo 7:1-5 TLA
Que fácil es acusar a alguien sobre un hecho en particular cuando de si mismo no se omite juicio, no se hace una retrospección, es tanta la falta de amor hacia nuestros hermanos que no nos damos cuenta de nuestros propios problemas que debemos resolver, y pretendemos resolver la vida de los demás. Pero aun de estas pequeñas cosas seremos juzgados.
¡Raza de víboras! ¿Cómo pueden decir cosas buenas, si ustedes mismos son malos? De lo que abunda en el corazón, habla la boca. 35 El hombre bueno dice cosas buenas porque el bien está en él, y el hombre malo dice cosas malas porque el mal está en él. 36 Y yo les digo que en el día del juicio todos tendrán que dar cuenta de cualquier palabra inútil que hayan pronunciado. 37 Pues por tus propias palabras serás juzgado, y declarado inocente o culpable.»
Mateo 12:34-37
Debemos tener mucho cuidado del juicio que cometemos hacia los demás porque seremos juzgados de la misma manera en la que juzgamos a otros. ademas, al hablar de los demás también exponemos lo que hay en nuestros corazón, porque un corazón limpio y sin contienda, ni heridas, ni malos sentimientos, no andan por ahi hablando mal de su prójimo y mancillando aquello por lo cual Cristo murió.
Así como dice en Romanos 2; “Por eso no tienes disculpa, tú que juzgas a otros, no importa quién seas. Al juzgar a otros te condenas a ti mismo, pues haces precisamente lo mismo que hacen ellos.”