No te enredes en asuntos civiles
La reflexión de hoy está en el siguiente versículo;
“Ningún soldado que quiera agradar a su superior se enreda en cuestiones civiles.”
2 Timoteo 2:4 NVI
Todo aquel que desee de corazón agradar a Dios y servirle, debe estar disponible.
Este verso específicamente, hace alusión a un soldado en listado, que está esperando por las órdenes de su general para ir a la batalla, dicho soldado no puede enredarse en cuestiones civiles hasta que su compromiso no sea completado, de esa misma manera hacemos compromisos con nuestros empleadores, firmamos contratos laborales a tiempo completo y debemos estar disponibles y dispuestos para trabajar.
Después de haber firmado un contrato laboral, nadie puede venir a decir “ah hoy no puedo porque tengo un bautizo” “no puedo porque mi hermana cumple años” “no puedo porque voy a ir al cine.
Quizás suene a exageración, pero piensen, qué tan comprometidos estamos con nuestro propósito divino? Tenemos el mismo compromiso como cuando tenemos un contrato laboral el cuál no podemos romper? Y esto no es solo en cuanto al cristianismo, aún en la vida en general, en nuestra cotidianidad.
Que tan comprometidos estamos a cumplir nuestras metas personales, que nos trazamos desde hace tiempo?
Tengo 20 libras de más que necesito rebajar y no termino de tomar la decisión por mi misma de mejorar mi calidad de vida, comer sano e ir al gimnasio.
Quedé de ir a terapia para ayudar mi autoestima pero no termino de tomar El Paso y hacerlo.
Quedé de regresar a la iglesia pero siempre pongo 20mil excusas para terminar no yendo.
Voy a terminar los 20 libros de autoayuda que compré y no he empezado a leer ni el primero.
Quedé de tomar 8 vasos de agua al día y siempre se me olvida.
Quedé de empezar a levantarme temprano para crear mejores hábitos en mi vida y sigo levantándome a las 12.
Quedé de empezar a leer la biblia pero me da sueño.
Y tantas cosas más que nos proponemos y nos fallamos constantemente. Qué es aquello a lo que le estamos dando más prioridad, y que no nos es de ningún provecho? Te has puesto a pensar, en que si no eres capaz de serte fiel a ti mismo, y cumplirte a ti tus propias promesas personales, tampoco serás capaz de cumplirle a Dios, esto vas más allá que simple procrastinación, es un asunto de carácter débil y falta de disciplina.
Que necesitamos para que finalmente seamos diligentes y preocupados con nosotros mismos? Que tiene que suceder en nuestras vidas para que nos comprometamos de manera real, diligente y genuina con el ministerio que Cristo a puesto en nuestras manos?
Te estás enredando en cosas civiles?